¿Alguien más leyó los artículos que hablan de cómo el cierre generalizado de lugares ha cambiado la cantidad de contaminación en el aire?
Lo hicimos. La NASA ha estado monitoreando la calidad del aire durante años, pero hasta ahora nunca nos había parecido tan fascinante. Puedes echarle un vistazo aquí . Existe evidencia clara e innegable del impacto humano en la calidad del aire en nuestra área, que es la ciudad de Nueva York, y los entornos circundantes.
Entonces, ¿dónde vamos desde aquí? Como pequeña empresa que se esfuerza por encontrar formas de ser sostenible, parece haber aún más urgencia en el aire (nunca mejor dicho) de pensar en cambios duraderos que podamos hacer ahora. Las preguntas que nos hacemos son:
- ¿Cómo podemos prepararnos para una recuperación rápida una vez que se calme la pandemia?
- ¿Cómo nos recuperamos de una manera más reflexiva y ambiental que no contribuya a que la calidad del aire circundante vuelva a ser como era hace unos meses?
- ¿Qué cantidad de tiempo y costo podemos dedicar a esto después de perder ventas y, por lo tanto, ingresos?
- ¿Cómo involucramos al resto de la comunidad y a otras pequeñas empresas para que hagan lo mismo?
- ¿Cómo pueden las pequeñas empresas recuperarse y orientar los costos hacia un futuro más ambiental y ético sin sacrificar ganancias significativas?
Todas estas son preguntas en las que estamos pensando y las ideas se están desarrollando lentamente. Si estás leyendo esto y tienes una idea o comentario, ¡nos encantaría escucharlo! Publicaré más en profundidad sobre cada pregunta a medida que pase el tiempo.
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